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NIVEL INICIACIÓN

El fútbol, es un deporte en constante evolución, su fama e intereses económicos hacen que sea un deporte considerablemente profesionalizado, estudiado y, por tanto, en constante cambio hacia la búsqueda de la excelencia. Hoy en día, la periodización táctica, de Victor Frade, y el entrenamiento estructurado, de Paco Seirul-lo, son dos de las metodologías más conocidas por sus éxitos deportivos. Ambas surgen de una nueva concepción que rompe con la visión tradicional que siempre ha imperado en este deporte. Se trata de metodologías modernas que nacen con el objetivo de entrenar de manera más específica.

MODELOS DE ENTRENAMIENTO EN FÚTBOL

Dentro de los modelos del entrenamiento en futbol, diferenciaremos dos grandes corrientes, el modelo tradicional y los modelos contemporáneos que buscan una manera totalmente diferente de abordar el entrenamiento en este deporte.

EL MODELO TRADICIONAL

Históricamente el fútbol ha sido concebido fragmentado en cuatro áreas: la técnica, la táctica, la física y la psicológica. Bajo este modelo el fútbol ha sido dividido y entrenado en estos cuatro factores siguiendo la visión de que, una vez entrenados de manera independiente se pueden juntar y llegar al éxito deportivo. Esta manera de abordar el entrenamiento proviene de deportes individuales donde la tarea cerrada, la ausencia de incertidumbre y el entorno lineal y estable son característicos.

LOS MODELOS CONTEMPORÁNEOS

A partir de los años 80, autores como Víctor Frade y Paco Seirul-lo han intentado buscar metodologías de entrenamiento más acordes a los deportes colectivos, apoyándose en diferentes teorías como la teoría de la complejidad o la teoría de los sistemas dinámicos. Estos autores ven la necesidad de aceptar el juego como un todo indivisible entendiendo la conexión constante de sus compontes durante el juego Así pues, para entrenar de forma específica este deporte se debe respetar la lógica estructural del juego, y por tanto incluir elementos como el balón, los adversarios etc… que otorgan una manera de entrenar específica a nuestro deporte, el fútbol.

A raíz de todas estas aportaciones surge una nueva metodología, el entrenamiento integrado, que comporta una integración y combinación entre diferentes tipos de carga, que siempre tienen como común denominador la técnica y la táctica. A través de ellas se desarrollan el resto de cualidades.
Finalmente, dentro de este nuevo paradigma, aparece la periodización táctica, de la mano del profesor Victor Frade, que concibe el entrenamiento como un medio para lograr el modelo de juego que el entrenador pretende conseguir en la competición, entrenando siempre de manera específica y asumiendo que el modelo de juego debe ser el eje del entrenamiento.

BASES CONCEPTUALES DE LA METODOLOGÍA ACTUAL

Este nuevo paradigma se sustenta en una serie de principios y teorías:

LOS PRINCIPIOS DINÁMICOS Y LA INTEGRACIÓN NO LINEAL

Desde la óptica de la integración lineal es imposible explicar cómo un futbolista es capaz de adaptarse a un entorno tan cambiante como es un partido de fútbol. Mientras que, en la integración dinámica y no lineal, el comportamiento motor no se puede aislarse de su contexto, ya que ninguna acción va a ser igual que la anterior o igual que la entrenada y por tanto, el sujeto debe adaptarse al entorno cambiante que le rodea. Por lo tanto, para lograr una correcta evolución de nuestros futbolistas es imprescindible el entrenamiento en contextos cambiantes, sin dejar esta variabilidad al azar y con aumentos progresivos de la complejidad coordinativa.

LA TEORÍA DE LOS SISTEMAS DINÁMICOS

Un sistema es un conjunto de elementos o partes que interaccionan entre sí para lograr un objetivo concreto, que tienen dos característica esenciales:

Primero, que un cambio en cualquiera de las partes implica un cambio en las demás.
Segundo, que existe un objetivo común.

Entendido así, podemos definir a un equipo de fútbol como un sistema donde los jugadores interaccionan hacia un objetivo común, la victoria, en un ambiente en constante cambio por la existencia de un móvil y unos rivales.

LA TEORÍA DE LA COMPLEJIDAD

Tamarit (2007) afirma que los fenómenos complejos, además de caracterizarse por la interconexión e interacción de sus diferentes partes, también están compuestos por una amplia gama de incertidumbres, azares, etc., que le otorgan si cabe mayor complejidad. Es por esto, que la concepción del deporte del fútbol como un fenómeno complejo es totalmente lógica, ya que en un partido existe una inmensa incertidumbre y aleatoriedad que haceN imposible predecir, cuantificar o establecer “recetas” a nuestros jugadores.

LA PERIODIZACIÓN TÁCTICA

La periodización táctica, es una metodología de entrenamiento nacida de la mano del Víctor Frade, opuesta a las metodologías basadas en el paradigma tradicional. El objetivo fundamental de este método es entrenar tal y como el equipo pretende jugar en competición, asumiendo el modelo de juego como una guía del proceso de entrenamiento. Por tanto, el proceso de entrenamiento surge del juego para el juego. Los principios que guían el entrenamiento bajo esta perspectiva con los siguientes:

El Principio de la Especificidad: Es el principio fundamental sobre el que se asienta todo el método, y defiende la necesidad de contextualizar las diferentes tareas o ejercicios de entrenamiento en base al modelo de juego pretendido por el entrenador, y no solo respetando la lógica interna del juego o la presencia de sus elementos, diferencia principal entre la periodización táctica y el entrenamiento integrado.
Principio de la Alternancia Horizontal: Este principio hace referencia a la alternancia entre los diferentes tipos de contracción muscular, jugando con las variables duración, tensión y velocidad a lo largo del microciclo para regular el esfuerzo y la recuperación.
Principio de la Progresión Compleja: Este principio hace referencia a la necesidad de presentar la complejidad del modelo de juego de manera progresiva al grado de comprensión de los jugadores, la prevalencia de ciertos principios etc.
Principio de Propensión: Según este principio, el entrenamiento debe garantizar que el futbolista vivencia un número suficiente de veces la situación que queremos que entienda o integre, con el objetivo de asimilar comportamientos relacionados con el modelo de juego, evitando que el automatice jugadas o movimientos.

SUPERANDO EL PARADIGMA TRADICIONAL

Para muchos autores, la periodización táctica se contrapone claramente a muchos de los aspectos defendidos por las metodologías tradicionales, dentro de los más destacables encontramos:

LA PREPARACIÓN FÍSICA, FORMA FÍSICA Y VOLUMEN INTENSIDAD

En contraposición a los ejercicios descontextualizados de carácter físico realizados con el objetivo de mejorar las capacidades condicionales, la periodización táctica busca una mayor especificidad de estas manifestaciones físicas dentro del propio juego. Asumiendo que entrenando como se pretende jugar se moviliza la subdimensión física al nivel que su modelo necesita. Por tanto, la forma física deja de tener esa enorme trascendencia desde la óptica de la periodización táctica. Buscando, más que una forma física, una forma deportiva, evaluada mediante el grado de desenvolvimiento de un jugador dentro de su equipo, en un contexto real y específico y siempre con el modelo de juego pretendido como referencia.

Además, bajo esta perspectiva, la intensidad está absolutamente asociada a la concentración, por ejemplo, José Mourinho (citado en Oliveira, Ameiro, Resente & Ricardo Barreto, 2007, p. 88), afirma: “cuando se habla de intensidad, se habla de desgaste energético, yo no pienso así: Lo que hace que un entrenamiento sea más o menos intenso es la concentración exigida. Por ejemplo, correr por correr tiene un desgaste energético natural, pero su complejidad es nula. Como tal, el desgaste emocional apenas existe, al contrario de las situaciones complejas, en las que se les exige a los jugadores requisitos tácticos, técnicos, psicológicos y físicos. Es esto lo que representa la complejidad del ejercicio y lo que conduce a una concentración mayor.”
De esta visión de la intensidad asociada al nivel de concentración surge el concepto de “fatiga mental” o desgaste “mental-emocional” utilizado en la periodización táctica para referirse el grado de desgaste que ha supone una tarea o un partido, y que se contrapone al concepto de “desgaste físico” de las metodologías tradicionales.

EL CONTROL CUANTITATIVO DEL ENTRENAMIENTO

Desde la óptica de la periodización táctica la cuantificación del entrenamiento es innecesaria ya que no aporta información sobre cómo se desenvuelve nuestro equipo en nuestro modelo de juego, aportando información descontextualizada y no valida. Desde esta óptica, la mejor evaluación es la observación en un contexto especifico, comprobando si el modelo propuesto es entendido o no.

EL MODELO DE JUEGO COMO EJE DEL PROCESO DE ENTRENAMIENTO

El modelo de juego no es solo como se posicionan los jugadores en el campo, sino como estos se relacionan entre sí y expresan su forma de jugar. La periodización táctica pretende crear hábitos mediante las tareas de entrenamiento para que el jugador entienda los principios que el entrenador pretende conseguir, y así, el jugador sea capaz de manifestarlos en el campo de manera subconsciente. Es por ello, que le modelo de juego debe de estar perfectamente definido, ya que sólo de esta manera podremos crear ejercicios y situaciones de entrenamiento que vayan en consonancia con el mismo.

PLANIFICACIÓN: EL MORFOCICLO PATRÓN

El morfociclo patrón es el núcleo fundamental de la organización temporal del proceso de entrenamiento dentro de la Planificación Táctica. Los objetivos, y por tanto las tareas de entrenamiento, giraran en torno a los errores cometidos en el partido anterior y las características del próximo rival.
Las sesiones de entrenamiento, denominadas subdinámicas, se organizan en función de la fatiga mental generada, la complejidad de las sesiones a nivel táctico y de la toma de decisiones. Además, a cada día de la semana, le corresponderá un tipo de contracción muscular preferente, asociada a la duración (espacios amplios), a la tensión (espacios reducidos) o a la velocidad (rapidez). Este morfociclo, será constante a lo largo de la temporada, respetando los días del tipo de contracción muscular preferente (duración, tensión y velocidad) y con el desgaste o fatiga mental como parámetro esencial. La única diferencia entre unos morfociclos y otros residirá en la preparación del partido posterior y la corrección de errores del partido anterior.

SESIONES O SUBDINÁMICAS

Los tipos de sesiones o subdinámicas son las siguientes:

Recuperación Activa: Normalmente coincide con el martes en una estructura de 5 días de entrenamiento semanales. Tienen como objetivo la recuperación de la fatiga mental y fisiológica. Se caracterizan por situaciones específicas discontinuas.
Tensión: Normalmente los miércoles, caracterizada por un gran componente excéntrico con numerosas salidas, saltos, frenadas y desaceleraciones. Se realizan en espacios reducidos y con un número de jugadores reducido. El tiempo del ejercicio también será reducido.
Duración: Normalmente los jueves, caracterizada por un gran trabajo de los principios y subprincipios del modelo de juego y a su vez un trabajo en espacios amplios con muchos jugadores y tareas de larga duración.
Velocidad: Normalmente los viernes, caracterizada por el trabajo de los subprincipios del modelo. Tareas de gran velocidad de decisión y movimiento y duración de carácter reducido.
Prepartido: Normalmente sábado jugando domingo. La sesión se caracteriza por una mezcla entre la recuperación de los futbolistas y su activación, con el objetivo de llegar en condiciones óptimas a la competición.

EL ENTRENAMIENTO ESTRUCTURADO

Junto a la periodización táctica, el otro gran método de entrenamiento dentro del paradigma contemporáneo es el “Entrenamiento Estructurado” desarrollado por Francisco Seirul-lo, profesor del INEF de Barcelona y técnico del F.C. Barcelona durante hace más de 20 años, quien apoyándose en las ya mencionadas teoría de los sistemas dinámicos diseñó su propio método de entrenamiento específico para el fútbol y los deportes colectivos.

El modelo cognitivista de Seirul-lo pone especial hincapié en entender el interior del sujeto, comprendiendo el entorno donde esté va a tener que actuar. El modelo pretende que el futbolista evolucione mediante la interacción entre todos los componentes que forman al sujeto. Así, la capacidad física o técnica no se puede mejorar sin tener en cuenta el componente táctico, que dota a la acción de significado, respetando en todo momento las múltiples decisiones que un sujeto puede tomar ante una situación determinada.

En cuanto a la planificación, el autor defiende que la planificación a largo plazo no tiene mucho sentido y sugiere el diseño de planes a corto plazo, entendiendo el microciclo como la unidad temporal básica.

DIMENSIONES Y SITUACIONES SIMULADORAS PREFERENCIALES

El método de Seirul-lo se basa en el conocimiento de la persona como ser vivo, como estructura hipercompleja que se articula en torno a seis capacidades o dimensiones:

La coordinativa que hace referencia al aspecto técnico.
La cognitiva que hace referencia al aspecto táctico.
La condicional, referida al aspecto físico.
La creativo- expresiva, referente a la creatividad e intuición.
La emotivo-volitiva, relacionada con los sentimientos.
La socio-afectiva, que trata sobre las relaciones entre los miembros del equipo.

Según Seirul-lo, estas dimensiones, presentes en todo deportista, también lo están, de manera interrelacionada, dentro del propio juego, sirviendo de apoyo a la que prioriza sobre las demás en cada momento. Así pues, se concibe al futbolista como un ser en continua adaptación al medio y es por ello que el entrenamiento debe entenderse como un todo organizado, creando lo que el autor llama situaciones simuladoras preferenciales, que proporcionan al sujeto un reto que debe ser resuelto siempre mediante la interacción de todas sus dimensiones, dando preferencia a unas respecto a otras.

Seirul-lo propone realizar tareas en las que la interrelación entre todas las estructuras sea requisito fundamental, pero siempre dando preferencia a una sobre el resto, que actuarán de soporte de la principal, de ahí su denominación como Situaciones Simuladoras Preferenciales (SSP). Estas situaciones se extraen de momentos reales del juego que al ser reconocidos por el jugador pasan a ser significativos para él, y son resueltos por cada jugador en base a la estructuración de sus propias dimensiones. Así, vemos cómo, desde esta perspectiva, el eje del proceso de entrenamiento es el propio sujeto, respetando sus particularidades, su propio proceso de auto-organización y siempre buscando la mejora constante del mismo.

LA PLANIFICACIÓN INTEGRAL Y EL MICROCICLO ESTRUCTURADO

Seirul-lo (2009) define la planificación como “la propuesta teórica constituida por la descripción, organización y diseño, de todos y cada uno de los acontecimientos del entrenamiento, en una determinada fase de la vida deportiva de un deportista, así como de los mecanismos de control que permitan modificar esos acontecimientos a fin de obtener un, cada vez más ajustado, proceso de entrenamiento, para que su destinatario pueda lograr los resultados deseados en la competición deportiva.” Desde esta perspectiva el microciclo es la unidad temporal básica de planificación, y Seirul-lo diferencia entre varios tipos formados por diferentes tipos de tareas:

Microciclo preparatorio: Compuesto por tareas genéricas y generales realizadas en fase regenerativa, aunque también podemos encontrar sesiones de carácter dirigidas incluso especiales alternándose unas con otras en la fase de pretemporada.
Microciclo de transformación dirigido: En el que predominan las sesiones de carácter dirigido y especial. Empleados desde la segunda semana de pretemporada hasta prácticamente el final de esta.
Microciclo de transformación especial: En el que predominan las sesiones de carácter especial y dirigido.
Microciclo de mantenimiento: En él existe equilibrio entre las sesiones de carácter dirigido y especial con las de competición. Es es el más importante durante el periodo competitivo.
Microciclo de competición: En el que se incluyen sesiones de carácter especial y competitivo. Se utiliza en periodos en los que la competición tiene mucha importancia o hay un gran número de competiciones.

LA CUANTIFICACIÓN DEL ENTRENAMIENTO

Bajo esta perspectiva, el volumen y la intensidad se presentan como aspectos cuantificables y no cuantificables, pero con diferencias respecto a su concepción tradicional. El volumen en el microciclo estructurado está representado por cuatro curvas:

La primera representa el volumen concentrado de carga específica (V.C.C.E.) y engloba los contenidos de carga general, dirigida y especial.
La segunda representa el volumen de técnico-táctico (V.T.T.) en el microciclo.
La tercera representa el volumen de condición genérica (V.C.G), que hace referencia a todo el trabajo genérico, de carácter preventivo o compensatorio.
La cuarta curva representa la intensidad del trabajo (I.).

En pretemporada los microciclos estarán compuestos por un mayor número de sesiones generales, aumentando el trabajo técnico-táctico a medida que se acerca la temporada.

Durante la temporada los microciclos presentan un bloque de carga condicional general o específica, aumentando la carga física los martes o miércoles y, a medida que se acerca la competición, los trabajos de carácter especial y competitivo cobran mayor peso, siendo más específicos.

LAS TAREAS DE ENTRENAMIENTO EN LA METODOLOGÍA ESTRUCTURADA

Las tareas de entrenamiento son la unidad más pequeña del mismo. Dentro de la metodología estructurada, en función del predominio del carácter de la situación, encontramos diferentes tipos de tareas:

Tareas de carácter genérico, de naturaleza totalmente diferente a las de competición, desarrolladas normalmente en el periodo de transición.
Tareas de carácter general, en las que la carga es algo más parecida a la de la competición, pero no existe toma de decisión.
Tareas de carácter dirigido, en las que la carga se asemeja algo más a la de la competición e incluye elementos coordinativos y tomas de decisión inespecíficas.
Tareas de carácter especial, cuya carga es parecida a la de la competición con toma de decisiones específicas.
Tareas de carácter competitivo, compuestas por situaciones reales de competición.

LOS MÉTODOS INTEGRADOS EN EL FÚTBOL BASE

La evolución de la metodología de entrenamiento en fútbol es una realidad innegable. Los nuevos métodos, cada vez más globales y específicos, no sólo han conseguido aumentar la implicación cognitiva de los jugadores, sino que lo han logrado hacer que el entrenamiento sea más divertido, algo fundamental desde el punto de vista del aprendizaje, tal y como veíamos en este artículo.

Sin embargo, el uso indiscriminado de estos métodos en cualquier edad y para cualquier objetivo también ha traído aspectos negativos. De repente, los campos de fútbol se han llenado de juegos simplificados, juegos modificados, partidos con objetivos y un sin fin de tareas globales que sirven para todo. En un mismo ejercicio trabajamos el control, el pase, el ataque, el repliegue, la presión, la fuerza resistencia, la resistencia… y en esencia es cierto… pero a la vez no, porque cuando todo sirve para todo, no sirve para nada, se desvirtúa el proceso de entrenamiento y, sobre todo, se desvirtúa el proceso aprendizaje.

El problema, por supuesto, no está en ninguno de los métodos de entrenamiento que hemos visto. Ni en la periodización táctica, ni en el entrenamiento estructurado. Está, por una parte, en las posiciones rígidas y extremas que, de repente, niegan el valor de los métodos analíticos, y en la creencia de que cualquier tarea sirve para aprender o mejorar cualquier aspecto del juego. Esto ha llevado al diseño deficiente de ejercicios, y a la desconexión entre la tarea y lo que se pretende conseguir con ella. Incluso en ocasiones a que ni siquiera se sepa qué se pretende conseguir con ella.

EDAD Y METODOLOGÍA INTEGRADA

El metodología de entrenamiento en fútbol base parte de dos premisas imprescindibles: el conocimiento profundo de la disciplina deportiva y el conocimiento de las características madurativas de los jugadores con los que vamos a trabajar, las cuáles puedes ver en los siguientes vídeos. De este análisis se desprenden algunas cuestiones importantes metodológicamente hablando, por ejemplo:

El periodo sensible para el desarrollo de las capacidades coordinativas, generales y específicas, se extiende fundamentalmente durante las dos primeras etapas de iniciación deportiva, hasta los 10 años. A partir de este momento la capacidad del niño para mejorar esta dimensión disminuye significativamente, lo que supone que cada vez le será más difícil mejorar a nivel técnico.
Contrariamente a lo que sucede con las capacidades coordinativas, las capacidades condicionales son más susceptibles de mejora a medida que el niño crece. A partir de la tercera fase del aprendizaje, entre los 10 y los 12 años, estos contenidos deben cobrar cada vez más importancia.
En las primeras edades hay que priorizar el enfoque lúdico, para poco a poco ir dando paso a tareas más organizadas. A partir de los 10-12 años los niños comienzan a tolerar mejor las tareas analíticas, sin embargo, el periodo sensible para el desarrollo de las cualidades coordinativas en este punto prácticamente ha finalizado. Esta es una cuestión crucial, si tenemos en cuenta que los métodos analíticos son especialmente útiles para el desarrollo técnico.

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Y METODOLOGÍA INTEGRADA

Cómo hemos dicho anteriormente, el boom de los métodos integrados ha llevado a la utilización indiscriminada de juegos y tareas globales en las sesiones de fútbol base. Sin embargo, la puesta en práctica tanto del Entrenamiento Estructurado como de la Periodización Táctica requieren de la planificación y el diseño de objetivos y tareas, y en ningún caso suponen simplemente la realización de tareas globales de cualquier tipo. De hecho, se trata de métodos muy difíciles de poner en práctica de manera efectiva, que requieren de mucha dedicación. Lamentablemente, su llegada al fútbol base, unida a la falta de información y formación a los técnicos ha derivado en un «todo vale» que muchas veces carece absolutamente de sentido. Una deficiencia demasiado habitual que hemos visto en métodos de enseñanza del fútbol muy populares como el método funiño de Horst Wein.

Tener siempre presente que queremos lograr y, sobre todo, qué pretendemos enseñar es imprescindible para un proceso exitoso. Es obvio que los niños mejoran simplemente jugando, no necesitan, ni siquiera, un entrenador para hacerlo, sólo necesitan jugar. El proceso de entrenamiento, y sobre todo la labor de un buen entrenador es, con su labor, marcar la diferencia y ayudar a los niños a desarrollar al máximo su potencial, más allá de lo que lo habrían hecho sin ayuda. Para ello, el entrenador debe saber seleccionar los objetivos más adecuados a cada edad y el método de entrenamiento idóneo para cada grupo e incluso niño, tratando de individualizar al máximo el proceso de enseñanza y no cayendo en convencionalismos. Tener una formación amplia y completa, criterio propio, capacidad de reflexión y apertura de mente para saber elegir lo mejor en cada momento, persona y lugar son características imprescindibles para un buen entrenador de fútbol base.