FUNIÑO, FÚTBOL A LA MEDIDA DEL NIÑO DE HORST WEIN

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN AL MÉTODO

En el año 1995 Horst Wein publicaba, de la mano de la Real Federación Española “Fútbol a la Medida del Niño”, una propuesta metodológica para la enseñanza del fútbol. Que en palabras del ex seleccionador nacional Javier Clemente es “Una maravilla pedagógica y docente”.

Wein nació en Hannover, Alemania, en 1941 y falleció en Barcelona en 2016. Fue jugador internacional de hockey hierba, profesor, y seleccionador nacional de esta especialidad. Su interés por el fútbol nació de su relación con el prestigioso entrenador alemán Hennes Weisweiler, lo que le llevó a escribir varios libros y proponer un modelo de enseñanza del fútbol que en la actualidad tiene su reflejo en la metodología FUNiño.

Funiño. Fútbol a la medida del niño. Horst Wein. Advisoccer. Advitalent. Adviprogram

La propuesta realizada por Wein se estructura en 5 etapas, respetando su propia premisa de que la formación del jugador debe pasar obligatoriamente por una serie de fases hasta alcanzar la madurez, y que es precisamente la prisa de los adultos la que impide que chicos especialmente dotados para el fútbol nunca lleguen a desarrollar todo su potencial. Además, Wein afirma que la enseñanza del fútbol no puede basarse ni en opiniones personales, ni en ideas improvisadas, sino en modelos sostenidos sobre estudios científicos que avalen las prácticas educativas más adecuadas para cada edad. Sin embargo, el propio autor deja claro que esto no resulta nada sencillo, ya que, entre otras cosas, las malas condiciones laborales de los entrenadores de fútbol base, hace que sea muy difícil exigirles esfuerzo, dedicación, formación y experiencia.

Para solucionar este problema, Wein propone que los clubes desarrollen su propio programa formativo, el cual debe ser específico para cada edad, y debe poder ser llevado a cabo por los entrenadores sin mucha dificultad a pesar de no tener grandes conocimientos pedagógicos. Un programa similar al diseñado por Wein que, según el propio autor, representa un modelo probado y efectivo, si bien no fundamenta esas afirmaciones. En cualquier caso, obviando esa problemática, lo cierto es que el análisis detallado de «Fútbol a la Medida del Niño» nos deja muchos aspectos positivos, pero también carencias y debilidades.

Por ejemplo, resulta muy acertada la justificación que hace sobre la necesidad de contar con modelos específicos bien desarrollados en las escuelas de iniciación; y sobre todo presenta una progresión metodológica muy adecuada, jugando con variables como el espacio, el número de jugadores, el balance ofensivo-defensivo, el nivel de activación en defensa, el número de porterías, o la forma de conseguir gol…

Sin embargo, por otra parte, la propuesta de Wein muestran grandes carencias como para ser considerada un modelo de enseñanza del fútbol óptimo, fundamentalmente por:

  • Ser una propuesta demasiado compleja, difícilmente interpretable y alejada de la realidad de una escuela de fútbol.
  • Pero sin duda, por la ausencia total de planificación de los objetivos de enseñanza aprendizaje, que no aparecen reflejados en ningún momento, ni a nivel anual ni a nivel plurianual. Lo más parecido que encontramos son los objetivos formativos específicos de algunas de las tareas que, como demostraré más adelante, cuando se analizan de manera conjunta carecen de orden o conexión.

Lamentablemente, tras una primera parte muy interesante, el libro termina por convertirse en una batería de ejercicios conectados únicamente a nivel metodológico. Un recetario de tareas que obvia por completo el hecho de que la metodología debe servir para lograr unos objetivos de enseñanza-aprendizaje que deben estar previamente establecidos.

NIVELES FORMATIVOS

El modelo propuesto por Wein puede considerarse un plan específico de formación para jugadores a partir de 6 años. Un plan dividido en cinco niveles que se organizan en unidades didácticas con progresiones preparatorias y competitivas, en las que se aconseja no dar demasiada información a los niños para favorecer el desarrollo de su capacidad de adaptación. Además, Wein insiste en la importancia de conocer las características psicopedagógicas y evolutivas del niño en función de su edad, para lo que os aconsejamos que veáis los siguientes vídeos sobre el proceso de enseñanza del fútbol en las diferentes edades:

Los niveles de enseñanza propuestos por Horst Wein son cinco:

  • Nivel 1: Juegos de habilidades y capacidades básicas (hasta los 8 años)
  • Nivel 2: Juegos para el Mini-Fútbol (de 8 a 10 años)
  • Nivel 3: Juegos para el Fútbol-7 (de 10 a 12 años)
  • Nivel 4: Juegos para el Fútbol-8 y el Fútbol-9 (de 12 a 16 años)
  • Nivel 5: Fútbol reglamentario (a partir de 16 años)

NIVEL 1: JUEGOS DE HABILIDADES Y CAPACIDADES BÁSICAS

Este nivel se desarrolla en torno a los 7 años y junto al segundo nivel es el más desarrollado y extenso del libro. En él destaca la primera parte, en la que se habla de los aspectos organizativos del modelo propuesto, los cuáles analizaremos más adelante. El contenido fundamental en este periodo son los “Juegos de Habilidades y Capacidades Básicas”, los cuales se organizan en seis grandes grupos:

  1. Juegos de conducción y persecución, con y sin cambio de dirección.
  2. Juegos de pase, control y tiro: con balón parado o balón en movimiento.
  3. Juegos de entrada: con el balón parado o en movimiento.
  4. Juegos en el laberinto, que son ejercicios de conducción con cambio de dirección y pase, y que pueden ser individuales o en equipo.
  5. Juegos polivalentes: divididos en “juegos menores” para la mejora de la formación atlética y “juegos para el desarrollo de principios técnico-tácticos generales de los deportes de equipo».
  6. Por último, juegos de malabarismos.

Además, utilizando ejercicios de los primeros cuatro grupos Wein propone lo que denomina el “Decatlón” formativo. Una competición de ejercicios de 1:1, que se lleva a cabo durante los entrenamiento, en la que los jugadores del equipo se enfrentan entre sí con ejercicios elegidos por el entrenador sacados de los primeros cuatro grupos de tareas.

Por último, en este primer nivel de formación el autor propone utilizar como competición lo que denomina el «Triatlón 2:2». Una competición en la que los jugadores se enfrentan en tres ejercicios de 2:2.

NIVEL 2: JUEGOS PARA EL MINIFÚTBOL

Este segundo nivel de formación transcurre entre los 8 y los 10 años aproximadamente, y el contenido fundamental son los juegos simplificados para equipos de 2 jugadores, que se presentan junto a “tareas correctivas o preventivas”. La propuesta de Wein consiste en poner a jugar a los niños un juego simplificado y cuando se identifique una deficiencia proponer un juego correctivo para corregirla. De esta manera, el niño encuentra significado entre el juego que está practicando y la tarea que le ayudará a mejorar.

Los juegos simplificados que propone son los siguientes:

  • Juegos con porterías anchas
  • Juegos con porterías anchas y contraataque
  • Juegos son 4 portería cruzadas
  • 2:1 dos o tres veces
  • 2:2 con pases en profundidad
  • 1:1 con sustituciones
  • Control del balón con posterior regalate
  • Pase al compañero marcado
  • 2:1 manteniendo la posesión
  • 2:2 con dos o cuatro porterías anchas

Respecto a los ejercicios correctivos, mientras que en algunos juegos simplificados se especifica directamente cuáles hay que realizar, en otros no se especifica nada, y queda a decisión del entrenador elegir o diseñar la tarea correspondiente.

Por otra parte, en este nivel Wein introduce el Mini Fútbol o Fútbol 3:3, proponiendo diferentes modalidades en función de la edad de los niños. Por ejemplo, en benjamines de primer año, es decir de 8 a 9 años, la progresión de ejercicios es la siguiente:

  • 3:3 Mini Fútbol sin portero, donde un jugador de cada equipo debe permanecer en la propia área.
  • 3:3 Mini Fútbol sin portero, donde un jugador de cada equipo debe permanecer en el área contraria.
  • 3:3 Mini Fútbol sin portero, controlando el balón en una de las dos porterías contrarias.

Mientras, en el segundo año de benjamines, es decir de 9 a 10 años, la progresión propuesta es la siguiente: 

  • 4:4 Mini Fútbol con portero, donde se marca gol desde cualquier lugar del campo
  • 4:4 Mini Fútbol con portero, donde se marca gol desde el interior del área contraria
  • 4:4 Mini Fútbol sin portero, donde se marca gol desde el interior del área contraria
  • 4:4 Mini Fútbol con portero, con dos porterías como en fútbol sala

Además, relacionados con el Mini Fútbol, el autor también propone una serie de ejercicios correctivos:

  • 3:0 cuyo objetivo es progresar y hacer gol cruzando unas porterías tratando de avanzar siempre escalonados y nunca en horizontal.
  • 3:1, donde tres jugadores tratan de marcar gol en dos porterías defendidas por un único jugador. Posicionándose los atacantes uno atrás y dos delante.
  • 3:2 donde tres jugadores tratan de marcar gol en dos porterías defendidas por dos defensores.

Finalmente, este nivel de formación se completa con varias propuestas de competición para realizar durante los entrenamientos:

  • El pentathlón, formado por los tres juegos de 3:3 más 2 ejercicios correctivos: el relevo y atrapar a dos ladrones.
  • El triatlón 3:3 compuesto por tres ejercicios:
    • Un 3:3, sin portero, con 4 porterías, donde se marca gol al cruzar la portería conduciendo el balón.
    • Un 3:2+1, sin portero, con contrataque, donde se marca gol al cruzar la línea de fondo del equipo contrario y donde un defensa se coloca detrás de los atacantes esperando que sus compañeros roben la pelota y se la pasen rápidamente, simulando un contraataque.
    • Un 3:3, sin portero, donde se consigue gol al cruzar la línea de fondo contraria conduciendo el balón.

NIVEL 3: JUEGOS PARA FÚTBOL A7

El tercer nivel de formación está dirigido a niños entre 10 y 12 años aproximadamente, y su contenido fundamental son los juegos simplificados para equipos de tres jugadores. Al igual que en el nivel anterior, también se utilizan juegos correctivos, si bien en el libro se les da mucha menos visibilidad.

Los juegos simplificados propuestos son los siguientes:

  • 3:1 en campos separados
  • Ataque rápido 3:2+1
  • 3:1 más un defensa que cubre
  • 3:3 con cuatro porterías cruzadas
  • 3:2 con dos porterías anchas y contraataque
  • 3:2+1 con tres equipos y 2 porterías anchas
  • 2:2 mantener la posesión
  • 2:2 con pases en profundidad
  • 3:3 con 2 porterías anchas
  • 3:3 con pases a través de 4 porterías
  • 3:3 en campos separados y tiro de cabeza

Al igual que en las etapas anteriores, en esta se plantea la realización de una competición durante los entrenamientos denominada triatlón, formada por tres ejercicios diferentes en los que se enfrentan equipos de 4 jugadores. Por último, la modalidad competitiva que se propone para este periodo es el Fútbol 7.

NIVEL 4: JUEGOS PARA FÚTBOL A8 Y A9

El cuarto nivel de formación transcurre entre los 12 y los 16 años aproximadamente. En este nivel las tareas se estructuran en dos grandes grupos:

  • Juegos simplificados para equipos de 4 jugadores
  • Juegos simplificados para equipos de 5 jugadores.

El primer bloque está formado por las siguientes tareas:

  • 4:2 en dos campos separados
  • Ataque rápido 4:2 con 3 equipos
  • Pases en profundidad a un compañero vigilado
  • Rescatar prisioneros
  • Juego de pases consecutivos
  • Conducir el balón a través de la línea de fondo
  • Pases largos desde el medio campo
  • Marcar gol, defender y contraatacar
  • Juego de tiro a 4 porterías con 3 equipos
  • Juego de tiro a 3 porterías
  • Fútbol mixto 4:4 con tiro de cabeza a portería
  • 4:4 en campos separados con tiro de cabeza a portería

Mientras que el segundo está formado por la siguientes:

  • 5:5 en tres campos separados
  • 5:5 en una portería reglamentaria después de 5 pases consecutivos

La competición formativa planteada en esta categoría es el Triatlón 6:6 formado por tres ejercicios que se desarrollan en un campo de fútbol 7. Mientras que la modalidad de competición propuesta será el fútbol 8 durante el primer bloque de ejercicios y el fútbol 9 durante el segundo bloque.

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

Una de las grandes deficiencias de la propuesta de Wein es la ausencia de una temporalización clara y explícita de objetivos. Para comprobar si el modelo posee una estructura interna lógica se han recopilado los objetivos de todas las tareas a lo largo de los cuatro niveles de formación expuestos en el libro. De este análisis se desprende que aunque existen coincidencias en objetivos correspondientes a los dos últimos niveles, en general podemos afirmar que la propuesta presenta claras deficiencias fundamentalmente por dos motivos:

  1. En los niveles iniciales se plantean objetivos excesivamente difíciles mientras que, por el contrario, en los dos últimos se plantean otros que deberían haberse superado mucho antes.
  2. Son muchos los objetivos que se repiten constantemente a lo largo de todo el proceso, o que empiezan a trabajarse en la fase inicial, desaparecen y luego vuelven a retomarse en la última fase, lo que no tiene mucho sentido y rompe el principio de progresión que debe regir todo proceso de aprendizaje.

En cualquier caso, esta deficiencia no invalida, per se, el modelo de Wein, ya que como advertí al principio, la fuerza de esta propuesta reside en una buena estructuración metodológica.

 

METODOLOGÍA

Si en algo destaca verdaderamente la propuesta de Wein, es en la gestión de los elementos estructurales del juego para diseñar tareas adaptadas a la edad de los participantes. Un primer análisis superficial nos muestra que, salvo en el nivel 1 que se trabajan juegos de habilidades y capacidades básicas, en todos los niveles se mantiene la estructura de juego simplificado más juego correctivo. Además, podemos ver como poco a poco se va avanzando desde tareas con pocos jugadores, espacio reducido y un nivel defensivo muy bajo, hacia tareas con cada vez más jugadores, más espacio y mayor nivel de dificultad defensiva. Además, podemos comprobar cómo, en general, la competición de la fase precedente marca el número de jugadores más habituales en las tareas de la fase siguiente. Un resumen de la evolución de los elementos estructurales sería el siguiente:

  •  
  • NIVEL 1: Juegos de habilidades y capacidades básicas 
  • NIVEL 2: Juegos simplificados para equipos de 2 jugadores más juegos correctivos.
  • NIVEL 3: Juegos simplificados para equipos de 3 jugadores más juegos correctivos.
  • NIVEL: Juegos simplificados para equipos de 4 jugadores más juegos correctivos.
  • NIVEL 1: 1:0 – 1:1 – 2:0
  • NIVEL 2: 1:0 – 1:1 – 2:1 – 2:2 – 3:0 3:1 – 3:2 – 3:3
  • NIVEL 3: 3:1 – 3:2+1 – 3:3
  • NIVEL 4:  1:0 – 2:2 – 4:2 – 4:4 – 5:5
  • NIVEL 1: En general pequeño. Grande en tareas de conducción
  • NIVEL 2: Pequeño
  • NIVEL 3: Pequeño – Mediano
  • NIVEL 4: Mediano – Grande
  • NIVEL 1: La mayoría de tareas se juegan sin defensa
  • NIVEL 2: Inferioridad numérica defensiva y movilidad limitada
  • NIVEL 3: Inferioridad e igualdad numérica defensiva y movilidad limitada
  • NIVEL 4: Inferioridad e igualdad numérica defensiva
  • NIVEL 1: Llevar el balón a algún punto o realizar un cierto número de acciones
  • NIVEL 2: Cruzar porterías anchas conduciendo el balón controlado. Mantener posesión. Recibir el pase en una zona concreta. De 2 a 4 porterías.
  • NIVEL 3: Cruzar porterías anchas con balón controlado. Contraataque. Mantener posesión. Recibir el pase en una zona concreta. Remate de cabeza. Gol.
  • NIVEL 4: Pase en profundidad. Contraataque. Mantener posesión. Recibir el pase en una zona concreta. Remate de cabeza. Gol.
  • NIVEL 1: Decathlon 1:1 (10 juegos)
  • NIVEL 2: Pentathlon 3:3 (5 ejercicios)
  • NIVEL 3: Triatlón 4:4 (3 ejercicios)
  • NIVEL 4: Triatlón 6:6 (3 ejercicios)
  • NIVEL 1: Triatlón 2:2 (3 juegos)
  • NIVEL 2: Triatlón 3:3 (3 juegos)
  • NIVEL 3: Fútbol A7
  • NIVEL 4: Fútbol A8 y A9

TRATAMIENTO DE LA COMPETICIÓN

En su libro, Wein afirma que uno de los mayores problemas del fútbol base es la dificultad para superar la fuerza de la costumbre y los hábitos irreflexivos. Afirma que los equipos benjamines, alevines e infantiles suelen perder la posesión del balón más de ocho veces por minuto, y que la responsabilidad de este pobre nivel de desempeño en los niños es de quienes sobrecargan y dificultan la competición.

Además, afirma que cuando el acercamiento al deporte no se realiza de manera progresiva los niños cometen errores con más frecuencia, lo que disminuye su interés y motivación, y aumenta su sentimiento de incapacidad. Algo que mina su capacidad de aprendizaje, ya que el sentimiento de competencia es un elemento esencial de la motivación.

En este sentido, el autor afirma que programar el calendario de competición consiste en saber para qué competición está preparado el niño, y que sólo cuando las exigencias de la misma coinciden con sus capacidades el niño aprenderá de forma rápida y eficaz. Bajo su punto de vista, la progresión lógica de las competiciones formativas en fútbol base es la siguiente:

  • MODALIDAD: Mini Fútbol 3:3
  • SUPLENTES: 1
  • CAMPO: 25×35 m.
  • DURACIÓN: 3×10 min.
  • ÁRBITRO: Menos de 12 años
  • MODALIDAD: Mini Fútbol 4:4
  • SUPLENTES: 1
  • CAMPO: 25×35 m.
  • DURACIÓN: 3×10 min.
  • ÁRBITRO: Menos de 12 años
  • MODALIDAD: Fútbol 7
  • SUPLENTES: 3
  • CAMPO: 45×55 m.
  • DURACIÓN: 3×20 min.
  • ÁRBITRO: Menos de 14 años
  • MODALIDAD: Fútbol 7 o Fútbol 8
  • SUPLENTES: 2
  • CAMPO: De área a área de Fútbol 11
  • DURACIÓN: 3×25 min.
  • ÁRBITRO: Menos de 16 años
  • MODALIDAD: Fútbol 9
  • SUPLENTES: 3
  • CAMPO: Reglamentario
  • DURACIÓN: 2×45 min.
  • ÁRBITRO: Menos de 20 años

ASPECTOS ORGANIZATIVOS EN EL NIVEL 1

LA ESCUELA DE INICIACIÓN

Para Wein, una escuela de iniciación al fútbol debe tener como objetivo formar e interesar a niños en la práctica del fútbol. Sin embargo, el autor afirma que la mayoría están lejos de ofrecer un programa de garantías, tanto a nivel deportivo, como educativo. Señalando además que, a menudo, estas se encargan más de ocupar al niño en los entrenamientos que de enseñarlo, convirtiéndose en una especie de “guarderías deportivas”. El autor afirma que, deseablemente, el niño debería ingresar en la escuela con un bagaje motriz amplio pero que, de no ser así, esta debe ofrecer suficientes oportunidades como para desarrollar sus capacidades motrices, considerando que en esta edad los niños:

  • Disponen de más tiempo libre.
  • Demuestran un gran interés por las actividades deportivas.
  • Tienen una especial motivación por jugar a la pelota.
  • Se encuentran en un momento óptimo para desarrollar su motricidad.

Estas características sirven de base para establecer los tres objetivos generales del proceso de enseñanza-aprendizaje en una escuela de fútbol:

  1. Ofrecer al niño situaciones ricas y variadas de contacto con el balón.
  2. Permitir al niño expresarse a través de juegos que respeten su estado mental y físico.
  3. Motivar a los participantes, tanto por la frecuencia con la que tocan el balón como por el número de goles que son capaces de lograr.

EL MONITOR-EDUCADOR

Respecto al perfil del Monitor-Educador, o del Formador. Se afirma que este debe asumir responsabilidades deportivas, sociales y pedagógicas, sabiendo que los errores que cometa durante el periodo de iniciación repercutirán negativamente en los sucesivos niveles. Del monitor se espera estabilidad emocional, coherencia, puntualidad, entusiasmo, que no hable mucho, que ofrezca una gran variedad de actividades lúdicas y formativas, que no favorezca a ningún jugador en particular y que motive a los niños con elogios, evitando la crítica.

Además, afirma que las personas que rodean el fútbol base, entrenadores, padres…, lo asemejan al fútbol profesional, trasladando a los niños la exigencia de ganar y los problemas que ello conlleva. Y aconseja evitar introducir demasiado pronto el juego 11:11, ya que la finalidad de la enseñanza es aprender, y la mejor y más eficaz forma de conseguirlo es reduciendo el número de jugadores.

LOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES

Se aconseja utilizar una pelota con un peso inferior al reglamentario, ya que favorece el juego con el pie menos hábil y evita aglomeraciones alrededor del balón. Se aconseja un espacio de 20-30x40m, y cuando los niños no son muy hábiles aumentar la anchura y profundidad para dificultar el trabajo de los defensores, reducir la velocidad del juego y dar más tiempo a los atacantes para realizar sus acciones, o bien reducir el número de participantes si no se puede incrementar el espacio. Respecto a las porterías, estas cumplen una importante función de referencia direccional. Se insiste en este primer nivel en sustituir el tiro por una conducción a través de la línea de meta como forma de conseguir un gol. Además, también se aconseja utilizar porterías anchas para que los atacantes de las bandas tengan las mismas opciones de marcar gol que el delantero del pasillo central, lo que además ayuda a reducir las aglomeraciones

LA COMPETICIÓN

Respecto al uso de la competición en este periodo, se afirma que los niños tratan de mantener vivos los juegos modificando los reglamentos, ya que de esta forma tanto el fuerte como el débil se divierten sin tomar la competición demasiado en serio. El problema viene cuando se introduce la mentalidad competitiva del adulto en el juego infantil. En ese momento, el niño, en vez de buscar en primer lugar la diversión, intenta satisfacer las exigencias del adulto. Convirtiendo la competición en algo demasiado importante con efectos negativos.

Wein afirma que cuando se asocia demasiado pronto la victoria con el éxito y la derrota con el fracaso, hay que prever efectos negativos en el aprendizaje deportivo. Sin embargo, a pesar de ello, descarta prohibir las competiciones en niños de 7 a 9 años, ya que:

  • En torno a los 8 años surge de forma natural la necesidad de compararse con los demás.
  • Disminuiría la motivación por el entrenamiento.

Por otra parte, afirma que “la obligación de competir semanalmente en niños de hasta 12 años crea más problemas de los que elimina”, y afirma que hasta esta edad es más recomendable organizar competiciones periódicas en forma de torneos o festivales, ya que permiten una mejor conciliación de la vida deportiva y familiar.

Funiño. Horst Wein. fútbol a la medida del niño. advisoccer. advitalent. adviprogram

ORGANIZACIÓN DE LA SESIÓN Y LOS JUEGOS POLIVALENTES

Respecto a la organización de la sesión. Esta debería tener una duración de 90´repartidos de la siguiente manera:

  • Un juego simplificado entre equipos de 2 jugadores.
  • Un juego de conducción y persecución con una variante o un ejercicio correctivo.
  • Un juego polivalente con una variante o un juego en el laberinto
  • Un juego de entrada con variante o un juego de pases, de control o tiro a portería.
  • Una prueba del Decatlón o un juego elegido por el educador.
  • Un juego polivalente o simplificado 2:2.

Además de una intensidad adecuada, el educador debe favorecer la adherencia al deporte ofreciendo un abanico variado, interesante y lúdico de ejercicios. En la medida que el nivel técnico-táctico del niño mejore el tiempo dedicado a los juegos polivalentes debe ir disminuyendo. Si en las primeras sesiones la relación fútbol:juegos polivalentes es 50:50, el segundo año debería ser 40:60 y en la categoría benjamín sería 30:70 a favor de la formación futbolística.

ASPECTOS ORGANIZATIVOS EN EL NIVEL 2

Wein sostiene que, para poder captar entre la población escolar al máximo número de talentos para nuestro fútbol y motivarlos a entrenar de forma regular, es necesario disponer de un modelo de enseñanza atractivo que involucre al niño y le motive con entrenamientos y competiciones interesantes para él. Para el autor los juegos simplificados para equipos de dos, tres y cuatro jugadores reúnen todas estas exigencias. Además, estimulan la propia iniciativa, la instrucción autodidacta, la creatividad y el autocontrol de los niños. Cualquiera que sea el motivo del niño para jugar al fútbol, la influencia que más le motiva o desanima, es la forma con la que su técnico lo inicia en el juego.

Los juegos simplificados reciben ese nombre ya que reúnen las siguientes características:

  • Intervienen un número reducido de jugadores.
  • Las dimensiones del campo son reducidas.
  • Las reglas son simplificadas, flexibles y adaptables.
  • Se simplifican las situaciones complejas propias del 11:11
  • Y un aspecto muy importante para el formador: es mucho más fácil observar, analizar, evaluar y corregir al jugador.


Además, el autor considera que estos deben constituir el grueso de las tareas de entrenamiento en fútbol base por las siguientes razones:

  • Son un puente entre el entrenamiento de aspectos técnico-tácticos y el juego reglamentario.
  • Facilitan una correcta ejecución por el limitado número de jugadores, lo que da espacio y tiempo para resolver los problemas sin prisa.
  • La progresión de juegos simplificados desarrolla poco a poco la capacidad perceptiva y la capacidad para tomar decisiones correctas.
  • La repetición de las mismas situaciones en un juego simplificado permite al jugador probar distintas soluciones al problema hasta superarlo sin recibir ayuda del técnico.
  • El número reducido de jugadores obliga a los menos hábiles a participar en el juego, desarrolla sus capacidades físicas y su capacidad de atención.
  • Ayudan a desarrollar la comunicación y cooperación entre los jugadores.
  • Permiten a los niños tocar el balón con mucha más frecuencia que en las competiciones regladas.
  • Tiene objetivos claramente definidos, tanto en ataque como en defensa, lo que ayuda al entrenador a enfocar su enseñanza en los aspectos más importantes.

 

EL MÉTODO FUNIÑO

En la actualidad la propuesta de Horst Wein está representada por el método FUNiño, un juego de palabras entre FUN (divertido) y niño. Esta modalidad ha cobrado mucha fuerza en algunos países del norte de Europa y en Sudamérica, pero no en España, donde surgió. De hecho, en 2019 el comité ejecutivo de la Federación Alemana de Fútbol discutió la posibilidad de que hasta los 9 años todos los niños jugasen FUNiño, y que sólo a partir de los 10 se jugasen las competiciones actuales.

La idea de la Federación Alemana era dar a todos los niños la posibilidad de participar lo máximo posible, de tocar el balón, marcar goles y tener un sentimiento de logro a nivel personal. Sin embargo, la propuesta no logró consolidarse como un formato único y obligatorio, sino simplemente como opcional. Además, fueron muchas las voces que manifestaron su preocupación por el retraso de la especialización deportiva en puestos como el portero, por ejemplo; o respecto a los gastos derivados de la compra de tantas mini porterías.

 

En cualquier caso, el simple hecho de que una Federación como la Alemana se plantee siquiera implantar un formato de competiciones como este, o casos como el de la Federación Belga, en donde hasta hasta la categoría U7 todos los niños juegan 2:2 en campo pequeño con portero-jugador. Son claros ejemplos de la necesidad de encontrar una metodología de enseñanza que respete las características de los niños y que sea capaz de superar el inmovilismo del fútbol, la fuerza de la costumbre, la falta de formación y sobre todo el ego de quienes no se dan cuenta de que en ciertas edades el fútbol es “un juego de niños”.

Con esto terminamos pero no sin antes dar las gracias a Horst Wein por su trabajo, por su esfuerzo y dedicación, y sobre todo por querer mejorar el fútbol de verdad, el que se juega con el corazón y la sonrisa, el de los más pequeños.