MEDIDAS DE DESARROLLO DEL TALENTO EN EL FÚTBOL BELGA

ÍNDICE

LA GENERACIÓN DE ORO DEL FÚTBOL BELGA

Sin lugar a dudas, si hablamos sobre cómo desarrollar el Talento en Fútbol tenemos que hablar del trabajo de la Federación Belga, cuyo equipo Nacional acaparó las portadas del fútbol mundial en el último lustro con jugadores sobresalientes como Hazard, Courtois, De Bruyne, Fellaini, Kompany o Lukaku. Un elenco de estrellas impropio de un país con apenas 11 millones de habitantes. 

Ante hechos así no queda más remedio que preguntarse de dónde han salido estos jugadores. ¿Qué hizo Bélgica para lograr la coincidencia temporal de tantos futbolistas talentosos?. ¿Se trata de un hecho aislado que responde a la suerte?, y si no es así, ¿podemos replicar el modelo?, ¿por qué no sigue Bélgica formando estrellas a la misma velocidad?, ¿podríamos aplicar alguna de estas medidas a nuestro club?.

Como explicaré más adelante cuando hablemos de los “modelos de desarrollo del talento” responder a estas preguntas no es fácil, ya que nos enfrentamos a un fenómeno multidimensional muy complejo. En cualquier caso, como veremos en este artículo, lo cierto es que la Federación Belga dió en el clavo con muchas de las medidas que tomó para favorecer el desarrollo de su fútbol base.

DEL CIELO AL INFIERNO Y RESURRECCIÓN

La primera gran generación del fútbol belga data de los años 80´. Sin embargo, la falta de atención a las categorías inferiores dió paso en los años 90´a un periodo de malos resultados, que culminaría con la eliminación de Bélgica en la fase de grupos de la Euro 2000, de la que era co-organizadora junto a Holanda. Tras el descalabro, la Federación asumió que se había dejado de lado el fútbol base y que era necesario tomar cartas en el asunto para impulsar el talento de los más pequeños si se quería tener algún tipo de éxito en el equipo nacional.

El encargado de diseñar el plan para reactivar el fútbol belga fue Michèle Sablon, que anteriormente había sido director técnico de la federación. Sablon, junto con una comisión de expertos, analizó el trabajo realizado por la Federación Holandesa, Francia y Alemania, llegando a la conclusión de que cualquier posibilidad futura de éxito a nivel internacional pasaba por trabajar en tres direcciones: 

  1. Mejorar la formación de los entrenadores.
  2. Impulsar el desarrollo del fútbol base.
  3. Ayudar a los clubes a desarrollar el talento en sus categorías inferiores.

Si la Euro 2000 había sido un fracaso, al menos las ganancias económicas ayudarían a la Federación a poner en marcha una serie de medidas destinadas a lograr estos tres objetivos:

PRIMERA MEDIDA: IMPULSAR LA FORMACIÓN DE ENTRENADORES

La primera de las medidas se basó en un hecho incontestable, “mejores entrenadores forman mejores jugadores”, y consistió en impartir gratuitamente el primer nivel del curso de entrenador. Esto multiplicó por diez el número de técnicos formados en el país, quienes al final serían los encargados de llevar la filosofía de la federación a todos los rincones. Una filosofía basada en las ideas de Johan Cruyff y el Ajax de Amsterdam, y que supuso una visión del entrenamiento mucho más basada en el juego real. En la que, a medida que aumentaba la edad de los futbolistas, disminuían las situaciones de pase y tiro descontextualizadas y se potenciaban las situaciones jugadas, los rondos, y las tareas que implicaban a los mecanismos de percepción y decisión. Además, la Federación, al comprobar que no había unidad ni en las formaciones ni en los estilos de juego practicados en las academias del país, impulsó el 4-3-3 como estructura de juego ideal para trabajar en las categorías inferiores, lo que ayudó a que cuando los jugadores eran llamados a su selección supieran exactamente lo que tenían que hacer en su posición.

SEGUNDA MEDIDA: EL PROYECTO TOPSPORT

La segunda medida supuso la puesta en marcha del proyecto “Topsport”. Un programa de entrenamiento mediante el que las jóvenes promesas del fútbol belga, de entre 14 y 18 años, participaban en cuatro sesiones de entrenamiento adicionales a las que realizaban en su club. Lo que equivalía a unas 250 horas de entrenamiento extra anuales. La medida se basó en la teoría de Malcom Gladwell, que afirma que para convertirse en un experto es necesario acumular una práctica deliberada superior a 10000 horas. Un volumen de entrenamiento del que los jóvenes jugadores belgas estaban muy lejos, ya que los mejores futbolistas apenas si entrenaban 10 o 12 horas a la semana, prácticamente la mitad de esas 20 horas objetivo. Para corregir esta deficiencia, la Federación realizó una inversión millonaria en ocho grandes centros de alto rendimiento repartidos por el país, donde los jugadores estudiaban y realizaban tres horas de entrenamiento diarias, cuatro días a la semana. Lo que combinaban con los entrenamientos en sus equipos después del colegio, más entrenamientos los fines de semana,  lo que les permitía alcanzar las deseadas 20 horas semanales.

TERCERA MEDIDA: EL PROYECTO MULTIMOVE WORD KINDEREN

La tercera gran medida fue articulada por el gobierno, que realizó una importante inversión económica en el proyecto “Multimove Word Kinderen”, cuyo objetivo era mejorar las habilidades motrices básicas de los niños y niñas en edad infantil a través de centros para el desarrollo de la psicomotricidad. Una medida que, de hecho, han puesto en marcha otros países como Alemania, donde se implantaron los denominados “jardines de infancia psicomotrices”, y que han llevado a cabo algunos equipos profesionales de fútbol españoles como el Villarreal, que desarrolla programas de psicomotricidad infantil.

CUARTA MEDIDA: EL LEUVEN PROJECT

Pero sin duda, la medida estrella impulsada por Michèle Sablon fue el “Leuven Project”. Una iniciativa que unía fútbol y ciencia, y que, a través de la grabación y el análisis de alrededor de 1500 partidos de categorías inferiores, reveló datos esclarecedores que sirvieron para adoptar otras medidas:

  • Lo primero que descubrieron los investigadores fue que, en edades tempranas, los entrenadores estaban mucho más preocupados por ganar y por la clasificación de su equipo que por el desarrollo de los jugadores. Esto hacía que pusieran a jugar durante más tiempo a sus “teóricos” mejores jugadores, preocupados de que si no ganaban eso afectase negativamente a su carrera profesional. En la práctica esto suponía que los jugadores que no eran considerados lo suficientemente buenos a esta edad eran los que rotaban constantemente en el banquillo, mientras que los que eran considerados mejores estaban constantemente en el campo. A la larga, esto provocaba que los teóricos «peores» acumularan muchas menos horas de práctica, lo que les impedía evolucionar a la misma velocidad, limitaba sus posibilidades futuras y terminaba por llevarles a abandonar el deporte. La Federación observó que esto estaba llevando a la pérdida de todos aquellos jóvenes talentosos cuya maduración física y psicológica era más tardía, y para paliar los efectos negativos de esta situación tomó dos decisiones:
    • La primera fue eliminar las tablas clasificatorias hasta la categoría U8 y potenciar un enfoque basado en el desarrollo y no en el resultado hasta la categoría U14.
    • La segunda fue introducir lo que se denominó “progresión forzada”. Antes del plan impulsado por la Federación Belga, un jugador U13 podía, por ejemplo, jugar y entrenar con el equipo U16 y luego volver a bajar a su equipo U13 para disputar algún partido importante. Sin embargo, a partir de la implantación de esta medida la reglamentación obligaba a que el jugador que participaba en una categoría superior tuviese que quedarse obligatoriamente en ella, no pudiendo volver a bajar a su equipo original nunca más.
  • Pero los análisis impulsados por el Leuven Project encontraron más resultados interesantes. Por ejemplo, se descubrió que en los partidos de 11vs11 los jugadores jóvenes apenas si llegaban a participar con el balón en unas 10 ocasiones, lo que, a los ojos de los técnicos, parecía insuficiente para desarrollar su talento. Para solventar esta aparente deficiencia Sablon y su comité decidieron reducir tanto las dimensiones del terreno de juego como el número de jugadores de campo para forzar una mayor participación. Así, se decidió que se jugaría 11vs11 sólo a partir de la categoría U12. En la categoría U11 y U10 se jugaría 8vs8, y en las categorías U9 y U8 se jugaría 5vs5. Pero la decisión más drástica se tomó desde la categoría U7 e inferiores, donde se acordó que todos los niños jugarían 2vs2 siendo uno portero-jugador. Con esta medida la Federación Belga buscaba provocar que los jugadores participasen más con balón, forzar la práctica del pase y, quizá lo más importante, desarrollar su habilidad y creatividad en las situaciones de 1vs1.

CONCLUSIÓN

Suerte o no, lo cierto es que estas medidas tuvieron un impacto a nivel internacional en el desarrollo del fútbol belga. Mientras que en el año 2000 apenas tres de los jugadores del equipo nacional jugaban fuera de su país, en el año 2014 la totalidad de ellos lo hacían, compitiendo en las mejores ligas del mundo, lo que elevaba su nivel, y por ende, el de la selección belga, que cosechó sus mejores resultados en la pasada década con una 6ª posición en el Mundial de Brasil en 2014 y un 3º puesto en el Mundial de Rusia en 2018. Así como una 7ª posición de la Euro de Francia en 2016 y una 5ª posición en la Euro de 2020.

Y ahora la pregunta es para ti. De todas las medidas que adoptó la Federación Belga para mejorar el desarrollo del fútbol base ¿Cuál crees que puedes implementar en tu club?.

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Un saludo y nos vemos pronto.