Llamamos iniciación deportiva al periodo de tiempo que transcurre desde que un niño comienza a jugar al fútbol hasta que finaliza su fase de aprendizaje y comienza la etapa de rendimiento, si bien el aprendizaje motor comienza tan pronto como el niño nace. Este periodo incluye la asimilación, no sólo, de contenidos conceptuales y procedimentales, sino también actitudinales. Tanto la edad de inicio como la de finalización de este periodo son orientativas, ya que son muchos los factores que la condicionan. Por ejemplo, UEFA considera que el intervalo entre los 5 y los 12 años se corresponde con el periodo de iniciación al fútbol, mientras que el periodo entre los 12 y los 19 se corresponde con el de desarrollo. Por su parte, la RFEF explica que el fútbol base es aquel que abarca desde la categoría benjamín hasta la infantil, es decir, desde los 8 hasta los 14 años. En líneas generales podemos decir que los diferentes estudios sitúan el periodo de iniciación al fútbol en una horquilla que va desde los 6 hasta los 16 años aproximadamente.

En la actualidad, la demanda para practicar fútbol es muy alta. Los padres inscriben a sus hijos en actividades específicas demasiado temprano, lo que provoca que los objetivos previstos para un determinado periodo se vayan adelantando año tras año, dando lugar a una especialización prematura. Esta situación no sólo puede resultar ineficaz, sino también peligrosa, siendo mucho más interesante comenzar a construir nuevas habilidades motrices a través de una intervención pedagógica que influya sobre los prerrequisitos necesarios para el desarrollo de dichas habilidades específicas.

En este sentido se manifiestan numerosos autores. Por ejemplo, Torres y Rivera (1994) afirman que antes de los 10 años el niño no debe comenzar la especialización deportiva; para Personne (2005) la especialización temprana conlleva grandes perjuicios, tales como lesiones, enfermedades relacionadas con la nutrición, agotamiento precoz o problemas psicológicos; o García Eiroá (2000) quién afirma que cuando un niño se inicia en un deporte colectivo no se puede pensar que iniciarse antes va a suponer llegar más lejos, ya que son muchos los factores que influyen en el proceso y no todos son controlables.

El entrenador/educador debe ser consciente que enseña a niños que juegan al fútbol con la única intención de divertirse. Lógicamente más adelante vendrán nuevas etapas con objetivos diferentes. Es sumamente importante que el educador de liberta al niño para que incopore su creatividad y talento al juego. La calidad humana del educador es una de las cualidades más importantes y valoradas por los niños, su conducta en este periodo estará caracterizado por:

• Enseñar jugando
• Corregir educando
• No intimidar ni amenazar
• No gritar por gritar, ni gritar demasiado
• Comprender el error y no criticar al niño
• Ofrecer cariño y paternidad
• Mostrar comprension
• No responsabilizar a los niños más de lo debido