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FASE III DE INICIACIÓN AL FÚTBOL

La tercera de las etapas dentro del periodo de iniciación al fútbol recibe el nombre de «Fase de aprendizaje de habilidades específicas», y transcurre entre los 10 y los 12 años aproximadamente. De manera general los diferentes autores coinciden en que las características de este periodo son las siguientes:
 
  1. Es el periodo más adecuado para el aprendizaje consciente de las habilidades propias del fútbol y de mayor capacidad de aprendizaje motor. Además, los niños comienzan a reconocer la relación entre aprendizaje y mejora.
  2. En esta fase se aprenden habilidades generales propias del grupo de deportes que nos ocupa, es decir, de colaboración-oposición, cancha dividida y participación simultánea. Algunos autores denominan esta etapa de formación deportiva multilateral, y dentro de sus objetivos encontramos el desarrollo del pensamiento táctico general y de la coordinación con los diferentes elementos del juego.
  3. En este periodo comienza el entrenamiento específico de los elementos técnicos y tácticos del fútbol.
  4. Comienza el entrenamiento específico de habilidades técnicas, tácticas y condicionales básicas, así como de estrategias perceptivas básicas, tales como la correcta orientación corporal, el movimiento alternativo de la cabeza o la estimulación de la visión periférica.
  5. Además de terminar de afirmar los gestos técnicos ya utilizados y de aprender otros nuevos, durante esta fase se tratará de mejorar la velocidad de ejecución en función de las situaciones tácticas que se presenten.
  6. Durante este periodo el niño comienza a entender y reflexionar acerca de la función del oponente, además, el entrenador-educador deberá presentar juegos que ayuden a los jugadores a entender los roles básicos así como ejercicios facilitados frente al oponente.
  7. A la etapa comprendida entre los 11 y los 13 años se la denomina periodo de preparación multilateral orientada (Seirul-lo, 2004). En ella aparece el concepto de técnica individual “personal”. Es conveniente diseñar tareas que se ajusten a las posibilidades individuales de los niños, para ello habrá que proponer prácticas colectivas lo más variadas posibles y sin un gran número de repeticiones. Para lograr los objetivos propios de este periodo es conveniente centrarse en el desarrollo de un único deporte pudiendo introducirse en la sesión situaciones cognitivas y socio-afectivas propias de otras especialidades. Además, se señala que es muy importante que tanto el entrenador como el jugador valoren no sólo el resultado, sino también la ejecución.
  8. Durante este periodo sigue siendo clave el uso de juegos como medio de enseñanza por la importancia que todavía tiene la diversión en el proceso de aprendizaje.
  9. A pesar de que la metodología global continúa siendo todavía la más adecuada, los niños comienzan a aceptar la realización de ejercicios analíticos.
  10. Durante este periodo el niño comienza a entender y reflexionar acerca de la función del oponente, además, el entrenador-educador deberá presentar juegos que ayuden a los jugadores a entender los roles básicos así como ejercicios facilitados frente al oponente.